miércoles, 10 de septiembre de 2014



"¿Alonso? Al menos está él, de no ser por el español nuestra leyenda no sería nada todos estos años. Es algo de vergüenza. ¿Qué hace Montezemolo? Ahora no pueden echar la culpa a Domenicali”. Juntando los dedos, apuntando hacia la cara, gesto italiano de hartazgo, de enfado, Giovanni habla con el periodista a la salida del circuito de Monza. Lleva más de 20 años viajando desde Bérgamo al GP de Italia y pocas veces había estado tan decepcionado.
Un aficionado como muestra de un país, la anécdota elevada a categoría. Y a uno no le resulta complicado ver en la misma situación a Sergio Marchionne, presidente del Grupo Fiat-Chrysler que poco antes de la carrera, augurando lo que podía venir exigió cambios en la escudería: “Ferrari es propiedad de Fiat. Tenemos el 90% y el 10% restante es de Piero Ferrari. Montezemolo es el máximo responsable de Ferrari y se apartó de Fiat por dos razones, la independencia del fabricante y el posicionamiento del producto; él está al servicio de la empresa, como todos nosotros. Hay dos elementos de Ferrari importantes: el económico en el que Luca ha hecho un gran trabajo y en el que recibe todos los elogios y el deportivo. En el corazón de Ferrari, en la exigencia de este equipo está ganar en Fórmula 1”.
Y ahí es donde falla Montezemolo, al menos en los últimos tiempos: “Ver a Ferrari en estas condiciones, sin ganar nada desde 2008 me entristece, tenemos a los mejores pilotos del mundo, grandes ingenieros… pero no es aceptable que llevemos tantos años sin ganar. Nadie es indispensable. Lo importante en Ferrari es ganar, no sólo en términos económicos, también en el deporte. Alonso y Raikkonen son campeones y no ganamos, es algo molesto, algo que debe ser bien valorado”.
Y es que, a pesar de que Montezemolo llegó a Monza y dejó claro que no piensa renunciar al menos en los próximos tres años, son muchos los que en el país exigen cambios y pocos los que dudan que no seguirá. La Prensa crítica en masa la actuación en la cita de casa y el futuro de su gran estrella parece no estar ahora tan claro de rojo. Alonso estuvo ayer en Maranello, de vuelta al trabajo, y se reunió con Montezemolo. Singapur en el horizonte.


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