lunes, 9 de marzo de 2015



Bernie Ecclestone, cabeza visible de los propietarios de los derechos comerciales de la F1, se reunía hoy en su despacho con Nico Rosberg. Es un clásico que el veterano 'Supremo' de la F1 eche un backgammon con Vettel, charle con Hamilton, con Horner o con quien le apetezca. Desde allí sigue dándole vueltas a la cabeza para encontrar soluciones para la parte final de la parrilla de la F1, que arranca el próximo viernes en Australia. Si se le siguen cayendo los equipos, se le cae el negocio, porque su parte asegura llevar entre 16 y 20 monoplazas a cada carrera, y si hay menos, no cobra. Con Sauber y Manor, como poco, renqueantes y sin saber si acabarán toda la temporada, ahora mismo hay 10 equipos en parrilla, pero puede haber ocho en cualquier momento, y Bernie se ha puesto a maquinar. Su última idea no es sacar a los pequeños del hoyo, sino que al menos no se dejen tanto dinero como hacen en la actualidad para estar en la cola. Que siga habiendo, vamos. Su idea es que con 15 millones hagan toda la temporada, 10 veces menos presupuesto que en la actualidad. ¿Cómo? Usando chasis viejos de escuderías de reputación como Red Bull y motores tipo Mecachrome o Cosworth, aunque sean V8 y no tengan nada que ver con los actuales híbridos, que cuestan 25 millones por sí solos. Sus vínculos de amistad con Christian Horner y Flavio Briatore también son vitales para este proyecto. "No entiendo por qué no hay que pensar en una solución alternativa para aquellos equipos que no logran mantenerse al día con el presente reglamento loco que votó a favor de la ecología", asegura en el Daily Mail británico. "Algunos equipos afirman que les degrada la Fórmula 1, pero tal vez es mejor hacer una cola de la parrilla con coches que no tengan ninguna ambición de ganar títulos, pero por lo menos sean capaces de completar las alineaciones, en lugar de ver morir escuderías", asegura.

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