Un circuito de fábula en apuros. La estabilidad brillaba por su ausencia en el mítico Nürburgring alemán. Intentos fallidos de compra y numerosos proyectos ambiciosos tirados a la basura en todas las operaciones anteriores. Aunque parece que vuelve la luz al 'Infierno Verde'. El multimillonario ruso Victor Kharitonin se ha hecho accionario mayoritario al adquirir dos tercios de participación del circuito, al parecer por 77 millones de euros.
Nürburgring es leyenda del automovilismo. Su situación, sin embargo, no ha sido la más favorable en los últimos tiempos. Inestabilidad en 'El Infierno Verde' en cuanto a propietarios se refiere. Todo parece haber llegado a su fin por la compra mayoritaria del multimillonario ruso Victor Kharitonin.
Así lo ha afirmado la publicación alemana de negocios Wirtschaftswoche, tras varios intentos fallidos de comprar el circuito y numerosos proyectos ambiciosos. La última conquista frustrada fue por parte de la empresa automotriz Dusseldorf Capricorn, cuyo jefe, Robertino Wildno, no pudo hacer frente al segundo pago.
Y es ahí donde ha entrado el compañero de Roman Abramovich, que junto a él estableció la compañía farmacéutica Pharmstandard. Sin embargo, Kharitonin no ha comprado todavía la mayoría del circuito. El informe afirma que ya ha realizado el segundo y el tercer pago por el circuito alemán, aunque el último y definitivo no se espera hasta diciembre.
"Esta es una señal positiva para los operadores, clientes y empleados", confirmó Pedro Nuvoloni, un portavoz del administrador de la insolvencia. Además, agregó que la compañía llamada NR Holding AG, que implica al empresario ruso Viktor Kharitonin, ya ha adquirido más de dos tercios de la participación de Capricorn. Nuvoloni no quiso decir cuánto pagó Kharitonin por dicha participación mayoritaria, pero el acuerdo con Capricorn se dice que le está costando a la empresa alrededor de 77 millones de euros, ventanas para una pista necesitada de aires de estabilidad.
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