jueves, 5 de febrero de 2015



La casa de subastas Wyles Hardy & Co ha puesto fecha de caducidad a Caterham, la escudería de Fórmula 1 que lleva en la cuerda floja desde la pasada temporada. El 11 de marzo, justo antes del arranque del Gran Premio de Australia, chasis, coches de demostración, fábrica, equipamiento de carrera y simulación, etc, estarán listos para ser liquidados. El paralelismo con Marussia es sorprendente. La escuadra anglo-rusa anunció el mismo camino en enero, pero la subasta de sus bienes quedó paralizada con la salida de un inesperado inversor. Con el paso de los días, los tiros apuntan al empresario Justin King, ex CEO de la cadena Sainsbury, y padre de Jordan King, campeón de la F3 inglesa en 2013, 7º el año pasado en F3 y piloto de GP2 esta temporada con el equipo español Racing Engineering. Pero eso se decidirá hoy en la reunión del Grupo de Estrategia de la F1 que tiene que contar con el OK de todos los equipos para que Marussia pueda salir esta temporada con el monoplaza de 2014 adaptado a la nueva normativa. Mientras tanto, Caterham languidece y eso que había logrado seguir viva en 2014 tras perderse dos carreras y realizar una petición pública de dinero por internet para regresar en la última carrera. Lo lograron, sumaron 3 millones de euros y reaparecieron en Abu Dabi con miras a seguir vivos esta temporada, a ser posible con el dinero no recaudado si Marussia desaparecía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario