sábado, 6 de junio de 2015



Lo que empezó a finales del año pasado como un proyecto de regreso a la F1, está a punto de concretarse en una realidad. Renault F1 parece estar de vuelta como constructor al cien por cien, como sucedió a finales de los setenta y en 2002, cuando comenzó su era dorada, en la que Fernando Alonso les llevó a dos títulos consecutivos. Según ha sabido MARCA, las negociaciones están avanzadas. Lotus y su sede de Enstone, la misma de la que salieron en 2011, será donde se materialice el retorno de la marca del rombo a la F1 en 2017. De hecho, la empresa externa que ambos han constituido ya funciona para buscar inversores que se unan al proyecto. Uno de ellos es Total, socio de siempre de Renault en competición, que nunca ha dejado de estar en el 'Gran Circo' en los últimos años. A finales del año pasado se iniciaron los contacto entre Renault y Lotus, pero su actual propietario, Gerard López, pidió una cifra desmesurada (se habla de 400 millones de euros) algo que provocó el aspaviento del director general de la compañía gala, Carlos Goshn. Desde allí se tanteó a Force India, Toro Rosso y Sauber. Y comenzaron las eliminatorias. La escudería suiza gustaba por sus buenas instalaciones y un moderno túnel de viento con el que sólo contaba además Lotus. Pero en febrero se congelaron las negociaciones con Sauber, pues ponían como condición indispensable que su actual directora, Monisha Kalterborn, siguiera al frente, algo que Renault no podía garantizar. Finalmente se regresó al punto de inicio, el de Lotus, y se acordó que Renault pusiera una inversión (un 40%) en esa empresa externalizada que dará origen a la nueva escudería. Un desembolso asumible en los tiempos que corren. Tan avanzado está el asunto que este verano, que incluso en Silverstone (GP que se disputará ente los días 3 y 5 de julio) podría anunciarse de forma oficial.

El fatal cambio al híbrido


Renault dominó el mundial como motorizador de 2010 a 2013, suministrando sus propulsores V8 al Red Bull de Sebastian Vettel, pero el cambio de 2014 acabó con su hegemonía. La llegada de los V6 híbridos ha sido un calvario de fiabilidad y de prestigio. Ganaron tres carreras con Ricciardo, pero esta temporada, algo se ha torcido de verdad. Es el motor con menos caballos de los tres que convivieron en el arranque de la era turbo y el que más roturas protagoniza. Renault quiere recuperar la voz cantante y se han dado cuanta que con Red Bull ya no es posible.Los austriacos estudian una asociación o venta a Audi como tabla de salvación en 2017. Su futuro no pasa ya por Viry, donde quieren tener un chasis que se construya teniendo en cuenta sus necesidades y no un hueco en el que hay que encajar todos los años la unidad de potencia casi a martillazos. No se ha hablado de pilotos, pero por motivos evidentes, Romain Grosjean sería de la partida, por cuanto también es un patrocinado de Total. El resto se verá en el futuro, pero Renault nunca ha estado como marca para ser comparsa en la F1, sino para ganar carreras y luchar por títulos. Así fue con Prost a primeros de los 80 y con Alonso entre 2003 y 2006.

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