sábado, 4 de octubre de 2014



El primer día de entrenos en Suzuka nos a dejado calor extremo. Quizá la calma que precede a la tempestad. La amenaza del tifón Phanfone es cada vez mayor y además parece que el momento álgido será precisamente a las tres de la tarde del domingo, hora para la que está prevista la carrera de este GP de Japón tan incierto. Ésa es la teoría de algunos satélites. Otros (porque los hay europeos, estadounidenses y japoneses vigilando al tifón), creen que será a ultima hora de la tarde de mañana, ya llegando la noche, en torno a las 20:00 horas. En uno u otro caso complicaría el desarrollo de la carrera. Y la salida de todos los componentes de la caravana mundialista desde el circuito rumbo a Nagoya o Tokio.
Hasta última hora de hoy en Japón se sucedieron las reuniones entre la FIA, los equipos, la FOM (propietarios de los derechos televisivos) y los organizadores del gran premio. Monitorizando minuto a minuto la evolución del tifón y con los informes de los meteorólogos en la mano, el máximo organismo internacional había propuesto inicialmente dos opciones. La primera era adelantar la carrera al sábado, hacer la clasificatoria en el momento en el que estaba prevista la tercera sesión de entrenamientos libres, mientras que a la hora de la lucha por la pole sería la carrera. Una opción que se descartó por razones contractuales, derechos de televisión y la asistencia de aficionados al circuito.
La segunda era adelantar cuatro horas la carrera ya el domingo, pasando de disputarse a las tres de la tarde a hacerlo a las once de la mañana (cuatro de la mañana, hora peninsular española). Así terminaría a la una de la tarde y en ese momento se produciría una estampida del circuito.
Porque otro riesgo añadido es que llegue el ciclón con toda su virulencia y los equipos no sean capaces de trasladar todo el material a tiempo para la próxima prueba en Sochi, Rusia, donde deben de estar apenas un par de días después. Ambas opciones fueron descartadas tanto por la FOM como por los organizadores del gran premio, que quieren seguir con el horario habitual. A pesar de todo...
En todo caso, nada de esto puede ser tomado como definitivo. En Suzuka se espera que la decisión pueda cambiar en cualquier momento, el tifón parece cada vez más próximo y aunque no llegaría en su punto álgido a esta zona, sí sería lo suficientemente intenso como para impedir que carrera se disputara no ya en condiciones normales sino con unas mínimas garantías de seguridad.
Por otra parte está Ecclestone, para quien, aunque no lo reconozca, la situación ideal sería que la carrera se cancelase una vez en marcha. Eso le permitiría tener la señal de televisión emitiendo una hora o más imágenes del circuito lleno de agua, azotado por el viento y medio mundo asistiendo a un espectáculo dantesco y con la Prensa de todo el planeta hablando de ello al día siguiente. Así están las cosas. La FIA, al menos habla de seguridad, de logística, de la salida de las personas de Suzuka. Pero…


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